El problema de los barriles de metal es que exponen la cerveza al CO2 y al oxígeno en cuanto se conectan. En cambio, los barriles de PET de DraughtMaster sellan la cerveza contra gases externos incluso después de conectarse.
Esta exposición al gas en los barriles de metal es lo que causa que la cerveza pierda su frescura en pocos días, lo que tiene como resultado un producto que, después de una semana, ya no se pueda servir. ¡El sistema de DraughtMaster, en cambio, mantiene la cerveza fresca durante más de un mes!
Esto significa que tus clientes disfrutarán siempre de una cerveza perfecta y que tendrás mucho más tiempo para vender todo el barril, sin tener que tirar por el desagüe una parte de él (¡y de tus ahorros!).
Esta mayor duración también significa que los bares pequeños podrán ofrecer más variedad a sus clientes, ya que no tienen que temer que las nuevas variedades no se vendan en una semana y haya que tirarlas. En la actualidad, los clientes exigen variedad, por lo que ampliar tu surtido puede ayudar a tu negocio.